Propósito: Que los niños puedan explicar qué se necesita para agradar a Dios y por qué Dios quiso que Abraham saliera de su tierra.
Estimado Maestro:
Después de la torre de Babel parece que el ser
humano necesitaba otro comienzo drástico. En lugar de destruir al mundo, Dios
hace otra cosa: hace un pacto con Abram y sus descendientes. Dios no se olvidó
de las otras naciones, sino que ahora todos podrían encontrar la redención por
medio del Hijo de Abraham. En la “semilla” (o semen) de Abraham todos serán
bendecidos. Lee Galatas 3:8
Es imposible demostrar a nuestros alumnos el
gran plan de Dios a través de la historia desde Génesis 12:1-4 hasta el fin del
mundo, cuando todas las naciones serán reunidas por medio del Hijo de Abraham,
nuestro Señor; pero es necesario que usted como maestro estudie y entienda este
plan divino. Hoy veremos que Dios llama a Abram y hace un pacto con él; luego
apartará a su pueblo y por medio de Israel guardará la luz verdadera. De Israel
levantará al Mesías, su Hijo; y por medio de Jesús llamará a todo hombre a ser
salvo por medio del pacto de gracia.
Ayuda a los niños a reconocer la idolatría,
los dioses falsos y las costumbres paganas que hay en su entorno y explícales
que en el tiempo de Abram, también existían. Desde temprana edad los niños
tienen que distinguir entre el bien y el mal, entre la “religión” y la fe
verdadera. El llamado de Dios forzó a Abram a cortar todo lazo, a quemar todos
los puentes del pasado (12:1). Hechos 7:2 nos dice que Dios llamó a Abram de
Ur, de allí viajó más de mil kilómetros hasta Harán, donde murió su padre Taré
(Genesis 11:32). Cuando Dios llama a ABram de Harán, le promete que será su
amigo (Gn. 12:3), que lo bendeciría y que también bendeciría a sus amigos, pero
maldeciría a sus enemigos. Este pacto se dearrolla a través del Antiguo
Testamento. Dios maldijo las naciones enemigas de Israel, pero bendijo a los
que hicieron bien a los hijos de Abram (Israel). Por ejemplo: Rahab, Rut, etc.
Podríamos decir que en el Antiguo Testamento la relación de una persona con
Dios se determinaba por su actitud hacia Abram, y en el Nuevo Testamento esa
relación se determina de acuerdo con lo que uno hace con Jesús, el hijo de
Abraham.
Abraham y sus descendientes tienen que vivir
con estas promesas de bendición, “y serán benditas en ti todas las familias de
la tierra”, la cual se repite vez tras vez (Gn. 18:18; 22:18; 26:4; 28:14).
Abraham creyó y por eso obedeció al llamado. Este hombre de 75 años, deja atrás
toda una vida de lujos y costumbres para comenzar una vida nómada, no sabiendo
siquiera dónde iba. Lo acompañaban su mujer estéril (11:30) y su sobrino Lot
(11:28).
En Romanos 4:11 Pablo dice que Abraham es el
padre de todo creyente. Es esta fe ejemplar que Dios prueba a través de toda su
vida para enseñarle a confiar y obedecer. Como maestro creyente, usted también
habrá experimentado que lo mismo ocurre con todo aquel que responde al llamado
de Cristo y está tratando de ser un buen discípulo.
Clase:
-
Lleva a clase una casa de campaña
grande y mete a los niños a la casa de campaña donde les pedirás una lluvia de
ideas sobre las dificultades (arena, calor, falta de agua, animales,
serpientes, etc.) que vivió Abraham mientras era nómada. ¿Alguna vez han sufrido
por tener mucha sed, batallar para saber qué comer, haberse encontrado con una
tarántula o serpiente? ¿Qué hicieron? Si tú, maestro, has pasado por algo así
cuéntaselo a los niños. ¿Cómo te/los libró Dios? ¿Cómo demostró Dios que era
amigo de Abram?
-
Ejercicio de Confianza.
Explíqueles a los niños que los amigos son personas en las que confiamos. Para
dramatizarlo, lleve paliacates y tápeles los ojos a los niños. Llevelos a
través del edificio. Cada uno tendrá que tomar el hombro de su compañero para poder
saber si debe avanzar, subir o bajar. Cuando termine pregúnteles que sintieron
y si confiaron en lo que ellos sentían y oían. Así es como debemos confiar en
que Dios esta cuidándonos.
-
Memorización. Lee con tus alumnos
Hebreos 11:8-18 y pídeles que parafraseen al menos los versículos 8, 9 y 10.
Toma palabras de Hebreos 11:8 y ponlas
en papeles separados para que en equipos de 2 o 3 armen el versículo. Les
puedes llevar algún dulce para que los que se aprendan el versículo se llevan
el dulce de premio.
-
Empieza la clase orando para
pedirle a Dios que nos muestre cómo quiere que le sirvamos. Platique con los
niños acerca de cómo fue importante que Abram se saliera de la tierra donde
había crecido para tomar la tierra que Dios le iba a dar. Es muy importante que
mencione que Dios necesitaba que su PUEBLO estuviera bajo su GOBIERNO en la
TIERRA que Dios les había dado. Explíqueles a los niños que en esta clase vamos
a hacer un mural de nuestro servicio a Dios y para servirle como PUEBLO tenemos
que estar en el LUGAR donde Dios nos MANDA. En hojas tamaño carta u oficio o de
ser posible en un rollo de papel craft, pídeles a los niños que dibujen sus
pies y adentro del dibujo de sus pies escribirán una manera en la que les
gustaría servir a Dios.
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